LUGARES DE INTERES
LUGARES DE CULTO
Quien visita esta tierra, recibe una sensación de calma y tranquilidad difícil de explicar, el tiempo parece tener otro paso, y los problemas e inquietudes se desvanecen entre sus escarpados montes. Sin duda una tierra que emana y transmite la presencia de Custodio en todos sus rincones.
Su casa es un remanso de paz para el visitante. Está abierta para el público todas las mañanas de los domingos. Una imagen del Cristo del Paño en la puerta, anuncia la entrada a un lugar donde dar reposo al espíritu, el sediento de ayuda es saciado y la presencia del santo impregnada en todas las paredes de la casa antigua pero bien conservada, es constante. Un portal con asientos a derecha e izquierda nos recibe a la entrada, al fondo a la izquierda unas escaleras dan acceso a una habitación plagada de imágenes, fotografías y flores, tiene en el altar principal la imagen Ángel Custodio, una fotografía que te clava su profunda mirada, atravesándote todo el cuerpo, entonces notas que aunque no lo ves, él si te observa para dar ayuda y descanso al fiel que lo visita. Una vieja silla, que él usaba, está en la habitación, donde la oración y plegaria se hace más profunda y la comunicación con Custodio más intensa e íntima.
Un olor mezclado a flores, cera y muros antiguos parece acompañarte cuando sales de su casa, es entonces cuando el camino de vuelta, por las mismas carreteras con curvas sinuosas, ahora se hace en calma, y una sensación de paz invade el vehículo hasta retornar a tu hogar.
Casa de Santo Custodio
A continuación una imagen de la fuente que construyeron enfrente de su casa, en recuerdo de Santo Custodio.
Fuente en recuerdo de Santo Custodio, justo enfrente de su casa
La fuente, de agua cristalina y fresca presidida por la imagen del santo es un buen lugar donde refrescarse y hacer un alto en el camino. A dia de hoy es visitada por muchas personas, que a la vez que toman un sorbo y hacen un descanso, hacen acopio de agua para llevársela a la vuelta a su lugar de origen. Muy recomendado es mojarse la cabeza y la zona del cuerpo dolorida con esta agua.
Fuente con sus aguas bendecidas, cerca de la casa de Custodio, subiendo una escarpada pendiente.
Imagen de Santo Custodio que preside la fuente que él mismo bendijo.
La ermita de la Virgen de la Cabeza, construida en 1966, sin duda el lugar más importante de todo nuestro recorrido, por ser casa de Nuestra Señora La Virgen de la Cabeza.
Vista panorámica del cerro de la Ermita, con el hermoso templo al fondo.
Aquí nos encontramos con una ermita preciosa, cabe destacar la limpieza exquisita de todos sus rincones, además del silencio y la paz que dentro hay, solo roto por el sonido de sus campanas.
Imagen del interior de la ermita, con el altar mayor al fondo.
El acceso, se hace por una pequeña puerta lateral, donde una pila con agua bendita a los pies de una bonita Virgen de Fátima, da la bienvenida al visitante.
Imagen de La Virgen de Fátima, justo a la entrada de la ermita.
El altar presidido por Nuestra Madre La Virgen de La Cabeza, con una iluminación natural que sin duda parece reflejada del mismo cielo, hace sentir al creyente un poquito más cerca de Dios y de Su Hijo Jesucristo.
Altar de la ermita con la imagen de Nuestra Sra. La Virgen de La Cabeza.
Las plegarias se hacen más intensas y el contacto con La Virgen más íntimo. Sientes que te abraza y protege a la vez que te escucha y te da consuelo. Su mirada dulce y maternal es la mirada de una madre que ayuda y vela por sus hijos. Visitar esta ermita y orar mirando a la Virgen de la Cabeza, te eleva el espíritu. Sin duda esta ermita es La Puerta del Cielo.
Otra puerta lateral, da paso al oratorio, un pasillo precioso, con multitud de imágenes de Vírgenes, Cristos y algunos Santos. De nuevo la imagen de Santo Custodio junto con Santo Luisico se hace presente justo al entrar en estas dependencias.
Cuadro presente en el oratorio de la ermita, con la imagen de Santo Luisico (izda.) y Santo Custodio (dcha.)
Dice la leyenda que en este santo lugar, descansó y pernoctó el pastor Juan Alonso Rivas en su camino al Cerro del Cabezo.
Mural en la fachada de la ermita, que representa la aparición de Ntra. Sra. La Virgen de la Cabeza al pastor Juan de Rivas, en el cerro del Cabezo de Ándujar ( Jaén)
La cueva, es una pequeña gruta, que se encuentra a pocos metros de la ermita, subiendo una pronunciada escalinata.
En esta cueva, Santo Custodio tenía sus momentos de recogimiento y oración. Una pequeña cueva a la que se puede acceder gracias a unas escaleras instaladas que facilitan la entrada a todo aquel que quiera penetrar.
Entrada a la cueva de Santo Custodio
Actualmente multitud de imágenes, fotos y recuerdos de creyentes, son prueba de la gran fé depositada sobre este hombre, que aun habiéndonos dejado hace más de 50 años, sigue ayudando a todo aquel que con fé llega.
Piedra donde descansaba, se trata de una piedra especial. Comentan quienes lo conocieron, que Santo Custodio gustaba de descansar en esta piedra que se encuentra muy cerca de la cueva, subiendo un camino acondicionado, de pronunciada pendiente.
Piedra en la que gustaba el Santo
Cuenta la historia, que para dejar prueba imperecedera de tan Santa Tierra, una vaca que por ahí pastaba, pisó esta piedra, y a modo de molde sobre plastilina, hundió su pata en la piedra dejando su huella marcada en la misma.
De igual forma, otras personas afirman ver plasmadas en esta piedra diversas imágenes y rostros celestiales. En cualquier caso, es muy reconfortable sentarse en ella, tal y como hacía Custodio y relajar la mente a la vez que sientes como una sensación de paz recorre tu cuerpo.
Tumba de Santo Custodio, se encuentra en Noalejo, a 24 Km de “La Joya”, término con el popularmente se conoce a La Hoya del Salobral.
Ángel Custodio nos dejaba un 15 de agosto de 1961 a los 76 años de edad. Desde entonces su sepultura se ha convertido en lugar de peregrinaje de multitud de personas que a diario visitan la tumba donde descansan sus restos junto con los de su mujer Adoración que moría el 4 de septiembre de 1975 a los 88 años de edad y Enrique, uno de sus hijos que murió el día de Navidad de 2003, a los 79 años. Justo al lado, se encuentra la tumba de otro de sus hijos, Matías que moría a los 24 años de edad un 8 de marzo de 1931.
Imagen de la sepultura de Custodio, justo a su dcha. está la de su hijo Matías.
Cuentan fieles que asistieron al entierro de su hijo Enrique, que al abrir la lápida de la sepultura de Custodio para que descansaran juntos, se encontraron una planta de tallos verdes y frondosas hojas en el interior de la misma. Hecho de por sí sobrenatural, pues como es sabido ningún vegetal puede vivir sin la luz del sol. La gente que asistió al entierro y tras ver tan sorprendente hecho, comenzó a coger trozos de hojas como bendición del mismo Santo.
Es común ver como los fieles a Custodio que visitan su sepultura, se tumban en el suelo, al lado de la misma, pues aseguran recibir más intensamente la intervención de Santo Custodio, para aliviar sus dolencias ó recibir su ayuda.